En la ausencia de un conflicto entre la estructura familiar y la sociedad, el aislamiento instaura un orden que encuentra, dentro de sí, [in]justicia: desplazarse y, sin embargo, desmoronarse. Vivir replegados sin siquiera saber si el otro está en algún lado o en ninguno. Permanecer intactos a pesar de no contener los deseos sexuales. Vivir dentro, alejado del prójimo, para dominar lo que adviene. Los personajes de Canino se [en]cubren y [des]cubren cimentando los lazos familiares.
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