La palabra, un cianotipo
Entrevista a Anne Carson por Diana Torres
Número revista:
6
Anne Carson and I first met in 2014, on an orange couch on the second floor of my university’s library. I met her through Antigonick, and I’ve been reading her ever since. Carson is known as a poet, essayist, translator, librettist, and a Greek and Latin scholar. Her work is like the river of consciousness, seemingly going with the flow, but subtly going in different directions. I also associate her with something else. I found Nox in a small library, the volume standing upon the others on the table. I went through the book like I was committing a crime, eagerly flipping through it like a little girl. Around that time my sister died, and I found Nox as a book of fragments. The same fragments that I was going through. After some time reading Nox, Carson was my companion.
Here is a brief interview, answered with the delicate precision that Carson creates between the silence and words.
Diana Torres (DT): I have been fascinated by your work with fragments of ancient Greek authors and by your frequent engagement with texts from a variety of traditions. Why do you think it has been important in your work to have the dialogue with authors and figures that today most people would consider foreign to our modern sensibilities? What can we learn from them?
Anne Carson (AC): Why would we wish to persist within our modern sensibilities, which are evidently narrow, thin and corrupt? We can learn very little unless we go somewhere not defined by "like".
DT: You have brought up, on several occasions, the relationship between translation and loneliness. What would this relation be?
AC: Accuracy, or the attempt at accuracy.
DT: The boundaries of Nox as a physical object lose their meaning when one reads it and is confronted with that multisensorial experience. It seems that Nox allowed you to shift radically from the idea of a book as the container of meaning to a more nuanced overlapping with the world in which meaning occurs in a plurality of directions with no particular path. Were you looking to break with any narrative types with Nox?
AC: Actually, it seems to me just the opposite. A box is a very definite container. I felt I was containing (as accurately as possible) the drifting smoke of a person and a past.
DT: One of your readers, María Auxiliadora Balladares, asks:
In the academic world, with frequency and in the light of the postulates of certain disciplines, the distinction between the authorial self and the narrative self or the lyrical self is usually followed to the letter. I think of a book like The Albertine Workout that refers to the "theory of transposition" and the liberation that means the possibility of reading a literary text in the light of the biographical facts that mark the life of its author, as this theory maintains. When should a reader break with the disciplinary or academic form to imagine that what is read is the experience that someone lived in their body?
AC: This anxiety about “academic form" is charmingly old-fashioned. Now that boundary-breaking and genre-mixing and the shocks of auto-fiction are completely mainstream in both literature and scholarship, your dusty attitude is in danger of becoming really cool!
DT: In a pandemic world, what metaphor can be interpreted through human beings and their relationship with their fragile environment and others? How can poetry interpolate our current situation?
AC: Starve it down and make it run, blue bluer bluest.
Anne Carson y yo nos conocimos en 2014, en un sofá naranja, en el segundo piso de la biblioteca en mi universidad. Nos encontramos a través de Antigonick y la he leído desde entonces. Carson es conocida como poeta, ensayista, traductora, libretista y profesora de griego y latín. Su trabajo es como el río de la conciencia que aparentemente acompaña a la corriente, pero que sutilmente va en diferentes direcciones. Sin embargo, yo la asocio con algo más. Encontré a Nox en una pequeña librería, destacaba sobre los otros libros de la mesa. Lo revisé como si estuviera cometiendo un crimen, hojeándolo ansiosamente como una niña pequeña. Por esa época, mi hermana había muerto y encontré a Nox como un libro de fragmentos. Los mismos fragmentos por los que yo estaba atravesando. Después de un tiempo leyendo Nox, Carson era mi compañía.
Esta es una entrevista breve, contestada con la delicada precisión que Carson crea entre el silencio y las palabras.
Diana Torres (DT): He estado fascinada con tu trabajo con fragmentos de autores griegos antiguos y la frecuente interacción con textos de variadas tradiciones. ¿Por qué crees que ha sido importante en tu trabajo mantener un diálogo con autores y figuras que hoy la mayoría de la gente consideraría ajenas a nuestras sensibilidades modernas? ¿Qué podemos aprender de ellos?
Anne Carson (AC): ¿Por qué querríamos persistir dentro de nuestras sensibilidades modernas, que evidentemente son estrechas, delgadas y corruptas? Podemos aprender muy poco a menos que vayamos a algún lugar que no esté definido por el "como".
DT: Has planteado, en varias ocasiones, la relación entre traducción y soledad ¿Cuál sería esta conexión?
AC: Precisión o el intento de precisión.
DT: Los límites de Nox, como objeto físico, pierden su significado cuando uno lo lee y se enfrenta a esa experiencia multisensorial. Parece que Nox te permitió cambiar radicalmente la idea de un libro como contenedor de significado a una superposición más matizada con el mundo en el que el significado ocurre en una pluralidad de direcciones sin un camino particular. ¿Estabas buscando romper con algún tipo de narrativa en Nox?
AC: En realidad, me parece todo lo contrario. Una caja es un contenedor muy delimitado. Sentí que estaba conteniendo (con la mayor precisión posible) el humo a la deriva de una persona y un pasado.
DT: Una de tus lectoras, María Auxiliadora Balladares, pregunta:
En la academia, con frecuencia y a la luz de los postulados de ciertas disciplinas, la distinción entre el ‘yo’ autorial, el ‘yo’ narrativo o el ‘yo’ lírico suele seguirse al pie de la letra. Pienso en un libro como Albertine. Rutina de ejercicios, que hace referencia a la "teoría de la transposición" y la liberación que significa la posibilidad de leer un texto literario a la luz de los hechos biográficos que marcan la vida de su autor, como sostiene esta teoría. ¿Cuándo debe un lector romper con la forma disciplinaria o académica para imaginar que lo que se lee es la experiencia que alguien vivió en su cuerpo?
AC: Esta ansiedad por la "forma académica" es encantadoramente anticuada. Ahora que la ruptura de fronteras y la mezcla de géneros y los choques de la autoficción son completamente comunes tanto en la literatura como en la academia, ¡tu actitud polvorienta corre el peligro de ponerse de moda!
DT: En un mundo pandémico, ¿qué metáfora se puede interpretar a través de los seres humanos y su relación con su frágil entorno y los demás? ¿Cómo puede la poesía interpolar nuestra situación actual?
AC: Prívalo de alimento y hazlo correr, azul, más azul, azulísimo.
With thanks to María Auxiliadora Balladares and David Barreto.
Agradecimientos a María Auxiliadora Balladares y David Barreto.