
Errata
Número actual

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Errata: interrupción del trazo; signo que presiente la tierra bajo la superficie inagotable y brumosa del agua. Obsidiana tallada, la errata da forma dentada al espejo y signa al puñal su deriva.
Errata: incisión florecida en la piel, metal vehemente del signo, óxido negro tramado en la sal; marca abismada en surcos, poro boquiabierto donde el polvo disemina el origen del sentido. Grano fotográfico en el que prolifera el detalle: trazos en rastros, despojos, yerros, errancia.
La errata, para Kafka, se desplaza por una cuerda tendida a ras del piso. Está hecha para tropezar, no para ser atravesada.
Errancias
(Un fruto o un escombro)
Marialuz Albuja Bayas
Tema dossier
La ausencia de destino marca un rumbo, un ritmo otro que desemboca en nuevas posibilidades de nosotros mismos. Atreverse a errar y a errar podría ser, hoy en día, mucho más que una locura: una decisión consciente, una nueva versión del viaje del héroe, sin pretender serlo, pero con igual -o mayor- valentía. Algo parecido a lo que sucedía con los viajes de descubrimiento en que los marineros ignoraban hacia dónde iba a llevarlos la marea.
César Vallejo cronista: «Matar el arte a fuerza de liberarlo»
Fernando Albán
Tema libre
El ingenio se cultiva en base a la disciplina y al ejercicio constante, con miras a convertir al escritor en amo de la parte técnica del quehacer artístico. Por el contrario, en el gesto poético que brota del genio, el léxico disponible y los nuevos materiales provistos por la dinámica propia del mundo moderno son asimilados por el espíritu y convertidos en sensibilidad
Un siglo sin Dios
David Barreto
Tema libre
Pienso, en todo caso, si no sería más provocativo precipitarnos al abismo sabiendo que este abismo carece de espesor, que el vacío que tanto pesar produce a Eliot, Schmitt y a Wittgenstein (y, por supuesto, a Vallejo, Joyce, etcétera) no es sino resultado de la autoimpuesta producción de sentido —sentido semántico, histórico, económico, político, filosófico, etcétera—, y de su inevitable fracaso, que se cierne sobre todos nosotros como si fuera el único espacio desde donde concebir la vida.
Jorge Luis Borges: entre laberintos, híbridos y el tiempo
Aitana Samaniego
Tema libre
...los laberintos que articulan varios de sus escritos pueden ser espaciales o temporales y, al mismo tiempo, no pierden la posibilidad de intercalarse. Se crean, entonces, situaciones en las que los lectores se encuentran ante un texto al que habían dado lectura antes, pero que ahora contiene otros personajes, escenarios, tiempos y problemáticas. De esta manera, la obra del escritor termina por convertirse en una especie de palimpsesto: un universo literario infinito.
Discípulo de las palabras
Hugo Mujica
Tema libre
...callar es también propio de la sabiduría de las palabras, es su enseñarnos a confiar más allá de ellas mismas, a ver que también lo callado es un camino, una huella, aunque no se deje ver; un decir aunque no resuene en una voz. Una hendidura que atraviesa, que abre las palabras y que en esa apertura también ellas se revelan tan inabarcables como la realidad que nombran.
El americanismo en América, de Bolívar a Martí, y el ecuatorianismo de Adoum y Donoso
Mario Campaña
Tema libre
Quien dice hoy que Ecuador es un país mestizo, que América es un continente mestizo, mencionando con ello una unidad y no una multiplicidad étnica y cultural tal vez contradictoria, es un soñador o un embustero, y en los dos casos encubre el dominio y la explotación que la mayoría de la población blanca, descendiente de europeos, y sus imitadores mestizos o indígenas, inflige a sus congéneres.
Fiebre de carnaval
Yuliana Ortiz Ruano
Un día antes de carnaval, las ñañas, que no son realmente mis ñañas sino las ñañas de mi mami Checho, pero que qué horrible la palabra tía y que ellas son jóvenes y no unas viejas de mierda, me peinaban la cabeza como arañas. Me hacían las trencitas de carnaval sentadas en las sillas del comedor de madera y yo sobre el suelo también de madera; veía los perros pasar, las horas, llegaba el sueño y ellas seguían en la tejedera. Nos echaban agua y brillantina en el pelo, lo descarmenaban entero antes de empezar a trenzar y una vez iniciada la peinada solo la podía parar el fin del mundo.
El reverso glacial de su recuerdo
Mauricio Zuleta
...Es una representación terrenal de los tres espacios reservados a las almas después de la muerte, donde una clase social en particular ocupa todo el cuadro. En el infierno, pequeño para la gran cantidad de gente pobre que se agita sin descanso en las calles, se barruntan las chimeneas de las fábricas en lontananza que llenan la atmósfera de humo y tiñen el cielo de rojo; en el purgatorio, de altos edificios y parques comunales, las personas se mueven ordenadamente entre la oficina y el hogar, en carro o a pie, sin alzar la vista nunca porque no se ve más allá de las terrazas y los techos...