Extranjería
Andrés Ruiz Amancha
Número revista:
10
Extranjería
Las piernas van por sí solas,
el suelo es suave
y el espíritu va descalzo.
Tropiezo y caigo en el surco
de las semillas.
Tu voz es un río que
lleva piedras.
Guijarros de estrellas y
noches bajo tierra.
Alrededor me crecen las raíces,
trufas y cebollas.
Mis pies regresan por voluntad propia
Limón, ortiga y cedrón
se laurean sobre mi frente.
Un toque de tu extranjería
y de vuelta a la tierra fresca.
Se cruza,
Luego regresa.
Su secreto en cada
vértice.
El interior refleja
puramente el exterior.
Siete casas, siete paradas.
Cada nombre traza una
línea. Adentro,
el cruce, el centro.
Afuera la suma de
cada punto, el círculo.
Nuestra luz,
una órbita.
Arriba el eclipse, abajo el cuerpo
Fabulosa tontería.
Si no la vieras en esta hoja
Ni la creerías.
Acostado el cuerpo en el patio mientras
La luna se vuelve roja con la luz
Que se curva y rebota.
Un corte negro en la luna,
Lo puedes ver desde aquí.
Lo puedes sentir frío sobre
Su desértica superficie
Allá arriba.
La Tierra para variar fastidiando las cosas.
No hay rituales,
Cármenes ni encantamientos.
No existen himnos ni magias.
Solo el frío de la noche
Acariciando los pies descalzos.
Arriba el eclipse,
Abajo el cuerpo
Se solapa sobre sí mismo.
Se siente tan bien.
No se tiene el todo, un puñado. Se cocina este pedazo de mano y se escala hasta el cielo.
Se encuentra la llave perdida y se la ingresa en la puerta.
Se regresa a casa.
No se tiene el control. No se llega a donde se quiere.
Sólo se vive el peligro, sólo se llega a la otra orilla saltando de la marea.
Por los caminos
astrales y siderales,
zapatea y baila
gustoso y henchido
un planeta trans neptuniano;
asteroide, secreción cristalizada,
total experiencia del cosmos,
origen y fin mordiéndose.
Elogio del caos
Lo que no se mide no
se controla, y es así que
decae. Luego enmohece,
se alza brotando. Todo hifas.
se muerde desde sí mismo.
Tan ni cabeza ni cola.
Lo que se controla tiende
a prosperar y crecer.
Luego echa fuertes raíces
y alza sus ligeras ramas,
toma un puñado de estrellas,
se embriaga de luz y cae.
Andrés Ruiz Amancha (Ambato, Ecuador, 1993).
Se graduó de Comunicación en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Realizó pasantías en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y trabajó por un tiempo en algún periódico en línea. Actualmente es bibliotecario en la Universidad Católica.