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Americana-lcd

Luis Correa-Díaz

Número revista:

9

American dream


si fuera Nicanor Parra yo

[—o Chomsky en réquiem]

podría hacer algo clever

con esto, parecido

a lo de la Statue of Liberty,

o sea un artefacto, lisa

y llanamente, un buen

chopazo en pleno mentón,

pero como no soy ni seré

anti-poeta, por más pienso

que le pusiera al asunto,

apenas sí que me gustaría

decir que el tal sueño este

es tan verdad como mentira

y de ahí no paso en soñar

que para cada caso bien

sabemos su waking up





Sátira pura y dura


un día not that far into the future

la nave de los locos de Sebastian

Brant será lanzada en un rocket

desde Cabo Cañaveral, repleta,

allí irán a un planeta imaginario,

donde todavía no hay países,

los que sobran, sacro dictum

de los demógrafos del absoluto

rey más sol que ha habido

nunca y que yace criogenizado,

los mexicanitos, los drogadictos,

los sin tierra ni documentos,

todos los muertos en vida, en fin,

la nómina de los tripulantes

de esa arca maldita y sin orden

no tiene número ni existencia,

data no habrá en una hoguera

de las vanidades a propósito,

pero ya se han hecho pruebas

tentativas, por ejemplo, ha poco

en las fronteras, para disuadir

a los que escapan en familia

de su pobreza y traen niños

que les cambiarían el rostro...,

hubo una vez un tal Presidente

que se puso a separar madres

de hijos y los mandó a estos

a volar en jaulas por los aires,

aunque después se arrepintiera

en orden ejecutiva para la foto,

en la que la sonrisa no ocultaba

su cero tolerancia magnicida, y

en un meme-like captioning,

pero a modo de sello de agua,

se leía: muéstrales tu acción

a tus servidores / y a sus hijos,

tu esplendor... [el bufón soy yo

en esta alegoría remastered]





Americana


sí, once upon a time

America

era la luz del mundo

y ahora se hunde sola,

va ya hasta la cintura,

en la propia tierra

prometida y a oscuras

se arranca las mechas

como una celebridad

enloquecida por su vejez

prematura —anunciada,

insisten los agoreros

de costumbre—, y mira

a lo alto para darse

cuenta con rabia

que hay más estrellas

que las que nunca

podrán titilar en sus ojos

que un día serán peces

muertos flotando sin su dama

ni su destino manifiesto





Columbus Day


no se trata de ahogarnos

en los mares interiores

de la culpa, ni siquiera

de decolonizar nuestro

insular cortex, tampoco

de leerse la Declaración

del 2007 de los Derechos

sobre los Pueblos Indígenas

en clave postcolonially-yours,

reconociendo que en el art. 25

junto al 26 está la cuestión,

la tristeza del pasado, no

sino de enact those native

futures, como nos enseña

una profesora de American

Studies en Amherst College,

la Dra. Kiara M. Vigil,

en uno de sus cursos y

a mí se me ocurre agregar

que todos hemos sido

indígenas e indígenas

seremos y eso nos quedará

claro cuando llegue un Colón

intergaláctico con sus carabelas

sónicas, su Dios, caballos

y espadas y enfermedades

insospechadas (no sólo

del cuerpo), y una Europa

por espejo de un Paraíso

perdido tipo American suburbia,

aunque ya los tenemos ya

o seguimos teniendo a los hijos

del master navigator..., mirad

el Amazonas nos dice Salgado

Marahnão desde un NYTimes

reciente (10/2/20), apartado

de opinión “The Amazon has

seen our future”, porque flower

cannot sprout from flames, que

o que veste o índio é a floresta,

la tierra desnuda será nuestra

vergüenza, no hay otro desamor





America / América


cuando digo America / América,

yo, que vengo de ésta y vivo

en aquélla, no sé qué pronuncio,

pero seguro estoy de que mudo

como a last man me muevo

en un desierto sonoro poblado

por las sombras de los árboles

que existieron cuando todavía

no había llegado nadie a morir

aquí, que existirán enverdecidas

cuando hayamos muerto todos

y sean ellos los que canten

al cielo, olvidados de nosotros,

until the sunlight detonates

en oleajes sucesivos sobre el sueño

de una pastoral a lo Nino Bravo o

a lo Claude McKay que nunca fue

sino en su lucha contra la agricultura,

la extracción y los diamantes de amor





Citizenship


llegué a ésta que llaman

America, the Beautiful (vine

de otro amor americano)

cuando Bill Clinton recién

estrenaba su nueva vida; juré,

on oath, bajo G. W. Bush

en el 2006 mi allegiance

a los cielos de este país y

nunca me arrepentiré —not

an inch de mi corazón—,

como casi todos, temprano

por la televisión en el 2001

vi caer las Torres Gemelas

y sin querer heredé un 9/11

más; viví la felicidad pura

con Obama —me recordaba

todo que aquí también

la alegría estaba ad portas,

but little we knew, rogaríamos

otra vez por ella, la vida

dependía de eso, 12 años

después en la historia

de esta res pública—, fui

entonces de casa en casa

pidiendo que Hispanics,

African-Americans y quien

faltaba se registraran y fueran

a votar...; seguí la triste

saga de un gigante egoísta

desde que se entusiasmó

con ser the blondest hijo

del sol hasta que su propia

rabia lo apagó y he was

gone justamente with the wind

...

y bien me iré de esta tierra

o moriré en ella, who really

knows dónde se muere uno

y deja sus huesos, pero ojalá

sea ese día lindo cuando

se diga Madam President

a quien ocupe la Oval Office

to know what you’ll sound like

is worth nothing —Claudia Rankine



  • este es el fin de mi American

  • Lyric for the time being



* Poemas tomados de Americana-lcd (Clayton, GA: Valparaiso-US Editions, 2021)



Luis Correa-Díaz (Santiago, Chile, 1961)

Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua y de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba (España), poeta y profesor de Digital Humanities y Human Rights en la University of Georgia-USA. Autor de varios libros y artículos críticos. Últimamente destacan: a) el e-book colectivo Poesía y poéticas digitales/electrónicas/tecnos/New-Media en América Latina: Definiciones y exploraciones (2016), b) La futuridad absoluta de Vicente Huidobro (2018), c) Novissima verba: huellas digitales/cibernéticas en la poesía latinoamericana (2019). Sus poemarios son: Americana-lcd (2021), metaverse (2021), Haikus nada más (2021), Los Haikus de Gus (2021 y 2020), Maestranza de San Eugenio… (2020), Diario de un poeta recién divorciado (2020 y 2005), … del amor hermoso (2019), impresos en 3D (2018), clickable poem@s (2016), Cosmological Me (2010 y 2017), Mester de soltería (2008 y 2006). Miembro del comité editorial de diversas revistas profesionales europeas, latinoamericanas y estadounidenses. Profesor visitante en: State University of New York –Albany; Instituto Iberoamericano-Berlín; Pontificia Universidad Católica de Chile; University of Liverpool; Universidad de Salamanca; Pontificia Universidad Católica de Bolivia; Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile. http://www.rom.uga.edu/directory/luis-correa-diaz-0

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