Belleza Radikal
Ludwig Saavedra
Número revista:
7
ESCRITO ENTRE DJ'S SOBREINSPIRADOS
No hay refugio
En la fiesta sórdida
Solo furor
Ese loop golpeando
La mediocridad
Pájaro en la niebla Parker
O Ian Curtis en los cables
El tango se llama Coro de garras
Para consolarnos
Curarnos tanto horror
Nos amamos
Por eso la Hiperdictadura considera al amor como fiera salvaje
Y depreda su hábitat
Convocando este miedo que se adentra en la carne
Reconociendo ahí su estado perfecto completo todopoderoso
Toca convertir el tumultuoso sentimiento en clara intuición.
POEMA VII DE BELLEZA RADIKAL
Escribir un poema que tenga el sabor imperecedero de la soledad:
Ritmo solo
cultivando un detalle hasta hacerlo brillante como una estrella
suspirar
corteza de árbol
uña de gato
labrado y silente
Acomedido de ángeles de aluminio
Y de esas balas que esquivas entre las ruinas
Jugando a la paleta de Eguren
embadurnando hasta el final de miel todo el oído del monstruo
Mientras ese gato sin nombre pero sí con dueño
Y al que Vallejo dice gato gato
Se da cuenta:
Acaso entre nosotros solo queda rencor y sonrisa de hojarasca
Para otros incendios que dancen
Para otras altas columnas de humo que sostengan templos
Plenos de la voracidad de la estrellas
cálido como bandoneones
y sierpe como los girasoles ocultos en la mano de Blake
y la pluma inserta en la iluminación de Basho
Bosones y miradas furtivas
la cabeza explotará como coche bomba
ante el edificio de la solemne poesía de oro y pan de oro y tostada de oro:
Y todas esas orillas donde de rodillas durante horas acarician sin pudor la carne del río
Y el tiempo que alarga su sombra y saborea mi poema
Me apura
Sientes su invocación a todos nuestros pulsos
Tengo una estrella en el pecho
Tengo una estrella de sílex y corta en pedazos la fibra de la noche
Y sangra la noche con tus ojos y sangran mis ojos con tu noche
Y tu afrenta es breve pero intensa
Podrías morir de roche
Si te preguntan por las aves que anidan en tus manos
En tus cálidas manos hermano Verastegui por tus palabras que son como manos que
Prenden puchos y acarician hembras en la árida meseta que es Lima
Cuando todos se van a soñar
la orquesta que sube la cuesta
esa orquesta de obsidiana de sílex decolorado y altísono y perpetuo el bajo y grave y señero el oboe y aquí no hay oboes solo quenas y zampoñas y zapateos
Harto zapateo y chispas entonces
Chispas de pirotécnica del barrio para que sueñes y sigas soñando
y riendo y trabajando tus poemas
Como quien perdona al tiempo todo lo imperdonable que esta vida nos ha hecho
Amontonando nuestros recuerdos junto con los muertos y las flores
y todas las luciérnagas del vino éter