Fragmentos para armar una ciudad debajo de un asterisco
Luis Franco González
Número revista:
8
DOS | LA CIUDAD NO DUERME
Yo quería conducir esta inmensidad con mi dedo deforme y decir
aquí en este silencio
hay un paso perdido que penetra con una respiración agitada otro escenario donde esta
[ciudad me encuentra inestable golpean los fragmentos para colorear este cansancio
he dicho que basta con atisbar como una madre arroja a Tauro y luego mira sus manos
[callosas para no caer en pecado sin embargo
bajo esta ciudad hay un pulso escondido que marca territorio para dársenos como
[consuelo en el mañana
nos dice que es hora de dormir nos dice que es hora de comer
y uno no tiene tiempo para pensar en estupideces uno siempre está con la cabeza
[aplastada en un vocabulario infinito sílabas que cuajan estaciones donde me verás caer
sílabas que cuajan parqueaderos donde mi ciencia abrirá sus piernas
nos dice que es hora de dormir nos dice que es hora de comer
y uno no tiene tiempo para esas trivialidades
uno debe afrontar este mundo con la cara con la que nos cuesta despertar
lavarse la lepra
inventarse el hoy porque el pasado fue un engaño cíclope arrastrándose en la avenida 9 de octubre entre los ríos y ese reloj de los pobres llevarse consigo el estertor y la
[cartografía inútil del canon porque a estas alturas ya no es cierto que solo hay una voz
las voces que me fueron confiadas las he perdido
las voces que tuvieron un futuro y eran mi cárcel hablo desde la otra ternura y no hay transparencia sino transpiración la jaula de donde me he escapado con el agua de la
[profanación para que los espejos vuelvan a ser un testigo
para que los últimos tripulantes digan:
solo nos quedan estas dos piernas manchadas con las que hemos esperado el amor y esta
[tinta crispando los pétalos que ahora mismo besan la arquitectura del asco.
TRES | La revelación de la ciudad
Esta ciudad mira su última pared bordada en la noche como un cuerpo hundido
tras el rostro mestizo embebido en los matorrales y cosidos bajo la telaraña del último
encefalograma en su mano izquierda muge un número que aún no distingo Chopin
[corre desnudo mientras me ahogo con el vestido de novia de mi madre
[luminiscencia mudo&torpe&necia]
[serendipia in vitro detrás de los párpados]
[mar cayéndose en mi espalda como si fuese una pasiva = metáfora hecha de alambre]
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¿es cierto que el puñal también es posible en cada verano?
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¿es cierto que los hijos recuerdan al padre sobre la bestia que dormía a su lado como un
[niño enfermo?
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y yo les dije que no fui feliz
y yo les dije que en esta ciudad fui muy feliz ciudad Ariel es un barco que zarpa
huye del rostro que se abre como un océano para maldecir la voz agria de los ángeles
ángel inverso en mi retina con voz de mujercita amarigüanada y tendencia de cocainómana depresiva dándose aires de poeta porque una vez le rompieron el corazón
en un monasterio
y los pentagramas donde el ausente puso su último afán y el desprendimiento del golpe que cavaba una zanja para albergar el átomo del lenguaje que carga consigo el crimen de toda la historia
¿dónde están los primeros moradores que asaetearon el tiempo?
¿dónde están los últimos niños que nacieron con la lengua bajo el mar invocando el
[abismo para tener una noción de servicio?
si no fuera por los megaterios y el suelo fértil
la mujer fuese la única sobreviviente ante la desidia y el pasado:
con sus broches oxidados en los dientes
y el dolor como un sacerdocio emancipado del falo nocturno de los presagios
pero luego vinieron las aves y el esplendor del melifluo que proviene de las vaginas matinales que los corales ofrecen al verso
escúchenme
esta es la última vez que les hablo / como si yo no conociese el miedo del futuro:
invoquen la cuaresma de su pie sangrante e insurrecto llamen a los pescadores que
[madrugan y tragan su ámago
como plegaria llamen a los pescadores que duermen en los arpegios en los arreboles donde se funde la última caricia de la mar [porque también es femenina para los caídos]
llamen a los pescadores que sobre el muslo salvaje de la raza cavan tumbas como un demonio lanzado en la garganta de otra palabra extraña y avanza sobre la historia / en la
[maleza de la danza pero quédense en lo claroscuro:
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un jirón de esperanza y la lumbre que se anida en las arterias del día siguiente 01101101 01110101 01100101 01110010 01100100 01100101
se eriza se retuerce se avienta
01101101 01101001 / 00100000 01100011 01100001 01110010 01101110 01100101
la delgada línea que el tiempo trenza y sueña noche ígnea como un punto inflamado de
[nombres que lo imposible sueña nuevamente:
♂: la concepción del zarpe es todavía una estampa quemada en la boca
∞: irse para plasmar una idea en los labios tristes de la presa
♂: irse para no perseguir el rígido cuerpo que languidece esta anáfora
∞: irse para no avivar el aire con escorpiones a los que se les amputaron la cabeza & para cerrar el hogar que encrespan los murciélagos con la torpeza de un sordomudo que
[está rendido
ante los pájaros Ariel bate la crespa del silencio para recogerme
la hiel de la última mujer preñada que vistió de perfumes el sayal de los náufragos
y no se ofende no le ofende que la voz del niño anuncie con voz sonámbula
y ronca el retoño de la nueva enfermedad que blande extrañamente en su espada
no son las últimas canciones que la novia figura
en su cuerpo enrollado bajo el aire
fracción del punto final que la nieve trepa en el ombligo de los ángeles
la nieve no existe
el mar no existe –doctor– el mar no deja nada escrito en tu nombre
molécula del material animal que se escribe en mi lomo
como una flor no –Ariel– no llores porque yo he tenido mala sangre
tu desgracia cae desde adentro como una triste canción desde adentro hacia ti
por eso no me dejes la poesía
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aquí este cielo limpia los programas de la cabeza de mi madre
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con gasolina para borrar la noche de sus ojos
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aquí la hierba pisa con su nariz de porcelana la autopista y avanza
pero tú no avances –no gires– no grites
aquí la noche no avanza
será demasiado tarde para llorar y parirme
será demasiado tarde para que descifres el código + 0 + 0 + ♂
una barra espaciadora crea el universo y nace la noche
si es que te interesa estar un momento dentro de la barra espaciadora
una barra espaciadora va llevándose mi nombre
aquí el cero es un retoño de cal encima de tu cabeza[rapada]
una barra espaciadora se jacta de ser poeta y usar bufandas
[el amor que me has tenido es una barra espaciadora]
un momento más para poder alterar las letras que respiran agitadas en mi piel la barra
[espaciadora es un polígono tendido
bajo el plumaje del abecedario la barra espaciadora que es la traducción y el sí
no repito más: te voy a hundir santarosa en mi pecho para que sangres junto a mí
en un mundo muerto
Bárbara y Sheilla cantan como desquiciadas y se rompen los vestidos
todo está listo porque Ofelia ha cosido mis muertos junto a esta piel que se deshace
María Abrisqueta unge mi cabeza y prepara mi ropa blanca y mi traje de santo
la barra espaciadora es la visión que no tiene dios
es un campo derruyéndose en mi mano como una pastilla molida
es mi mano deforme que habita en tu imperio
donde el ciego es rey tranquila
santa rosa –la hipócrita– no niegues a tu hijo
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tú llorarás mi muerte para limpiar mi vida como un río
taladrándome –nihil obstat– como el mirlo que viene a mi cama
y dibujarás mi rostro sobre el 88 cuando el poema no tenga ni siquiera un hueso
y dibujarás mi rostro sobre el 88 cuando el poema no tenga ni siquiera un hueco
para meterse y ocultarse
ocultarse del universo que no comienza en un paréntesis
el universo que está flotando en círculos con una pequeña Clío toda transfigurada
porque era mi única compañera en el mundo cuando lo destruí
pero antes de volver a querer, Ariel
pero antes de volver a ponerte de pie, santarosa esto no es una pregunta
esto te lo escribo adivinando tu futuro
cuando te levantes y no veas a tu amante junto a mi lecho
y la última niña muerta y prostituida yace en el desbarrancadero
lo único que quedará de pie será mi casa
y este poema que no tenía cabeza como tú
y como mi hermano muerto que me persigna en un 89
mientras, tú, Ariel, triunfante y resucitado
ves cómo zarpan mis hijos a otros cuerpos sin esperanza de futuro.
*Selección tomada de Fragmentos para armar una ciudad debajo de un asterisco, 2016.
Luis Franco González (Santa Rosa, Ecuador, 1988)
Poeta, docente y promotor cultural. Ha publicado en poesía: Sueños Inconstantes (Santa Elena, 2011), Ángeles Sodomizados – Grilla del éxodo (Jaguar Editorial, 2012), Jardines Inconexos (Premio Nacional de Poesía Emergente Desembarco; Cadáver Exquisito y Rastro de la Iguana Editorial, 2014), Detrás, los pájaros (Premio Juegos Florales Hispanoamericanos; Guatemala, 2015), Fragmentos para armar una ciudad debajo de un asterisco (Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, Universidad Autónoma del Estado de México, 2016), Hoy no vengo a vencer tu cuerpo (Premio Internacional de Poesía Martín García Ramos, Editorial Difácil 2019) [Primera edición]; Universidad de Cuenca [Segunda edición]) y Cierro mis ojos y el mundo entero cae muerto (Premio Fondos Concursables para las Artes y la Cultura del MCyP, 2019). Su proyecto Addimú: camino de los dioses guancavilcas hasta el sincretismo yoruba recibió en el 2015 los Fondos Concursables para las Artes y la Cultura del Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador. Su obra aparece en antologías nacionales e internacionales.