Fumadero Blues
Diego Rojas Arias
Número revista:
7
FUMADERO BLUES
buscando en la crónica roja
del periódico de hoy
la noticia del violento asesinato
de un amigo mío
me topo con el anuncio de un estreno cinematográfico
al que ya no asistiremos
porque lo nuestro sencillamente
se acabó
supongo que yo también merezco un balazo
que me devuelva al mundo real
meterme por la nariz
toda la línea Equinoccial
y construir una nueva patria libre
sobre tus senos desnudos
quiero decir que lo sublime siempre es chueco
¿por qué siempre nos mata más
lo que no pudo ser
que lo que realmente fue?
pero la vida en los periódicos
tampoco significa nada
asunto de los que nos graduamos en vicios
y pobreza:
mi padre sacrificó tanto para que yo no terminara igual que él
y sí que lo cumplió:
terminé peor
da igual si no me entienden
solo es la escritura que fluye
como la sangre de la cabeza rota
en una pelea de bar
FLOR DE LUPUS
el famoso poeta ecuatoriano contemporáneo
que me escribe para aconsejarme
que jamás seré buen escritor
si me sigo relacionando sexualmente
nada más que con mujeres,
esas paredes que son como canciones
contra las que estrello mi cabeza
y esas noches sin ti
que son como ceniceros violados
por algún nombre que no consta
en el rol de este arrebato,
el cielo que se cae sobre tu lengua
y el recuerdo en el que tomo tus manos
como si fueran la última cerveza de la fiesta,
dulce igual que el sabor del aire
cuando por fin te sacan de la prisión,
esta llovizna que no es más que una guillotina,
dos niños que retozan sobre un cúmulo de tierra
con la ropita recién comprada
y el ropavejero que pasa con el costal lleno de preguntas,
estas teorías lacanianas equivalentes a monedas falsas
“Porque siempre es más fácil escribir sobre nada
que escribir sobre algo” (lo dice Mario Montalbetti)
la suerte de aquel hombre que según se lee en los periódicos
murió aplastado por la rueda de la fortuna
la anciana que viaja a mi lado
en este autobús y que en un estornudo
adornó con una parte de sus mocos
esta página que acaban de leer