Ocasiones de una Fuga
Tomás Lee
Número revista:
7
Los insectos cantan
indiferentes, sin corazón
la hierba se seca
Sôgi
QUIEBRE
Junio había dejado flores en los jarrones
como indigente que lamenta sus abandonos.
Tumbó hojas y casas para dar un nuevo oficio
a los domadores justo después del último día.
El escape no fue su culpa
ni de ese monstruo de muchas cabezas en cada casa
llamado familia. Todo hubiera sido igual,
el resultado hubiera sido el mismo:
unos pasos secretos hacia las puertas de la alegría
y el toquido despertando igual a los desabastecidos.
VIEJO ORDEN
Por un momento las superficies fueron una.
Los aviadores y los subterráneos fueron uno.
Solo los habituados sabían lo súbito por la caída,
sabían que salvaguardar cualquier tierra o fuego,
cualquier habitación imaginaria,
significaba también un grado de cúspide,
de risco, un grado de desembarco y de anclaje.
Sabían que los de arriba se mirarían las manos
y serían dos cofres vacíos
para llenarlos con piedras y no con nubes.
EL CORAZÓN. YO LO USABA EN LOS OJOS
De los ojos dependía hacer tratos con el corazón
que ensayaba ser un tragafuegos.
Mientras tanto, lo feliz se refugiaba de la tormenta
como un niño al que se le prohíbe jugar
con metales bajo la lluvia.
VIII. STRIKE
La estampida solo anuncia la emergencia.
Lo habíamos descifrado.
Éramos dos lámparas turnándose
el permiso de apagarse.
La luz recorría en nosotros
las calles como un cíclope,
de su parpadeo dependía
el conteo correcto de las noches,
creíamos plenamente
que aquel camino
ya nadie lo recorría
salvo nosotros
¿No era ese el sentido de amar?
¿No era el amor una explosión
y a su vez la llanta de un auto
rodando después de la catástrofe,
manteniéndose?
XI. LOS HÉROES PREFIEREN MORIR ANTES
Desear morir y desear que algo cante
es saber de la música y la muerte
lo que sabe un árbol de guitarras y ataúdes.
Los héroes prefieren morir antes.
Alguien dona un órgano
y el disparo suena ligero como hilo roto
de un corazón en pausa.
Los héroes prefieren morir antes.
Cuando los hijos cierran los ojos,
las madres buscan un pulso con el canto.
Los héroes prefieren morir antes.
Médicos cuidan la música de latidos por minuto
y el hospital es una tocata
bajo el agua blanca.
Los héroes prefieren morir antes.
Desear morir para que algo cante,
ese deporte de héroes.