
Se retuerce la noche, animal en celo
Franklin Ordóñez Luna
Número revista:
8
MANUEL
Vale la pena haber nacido / solo por oír pasar el viento, dice Pessoa;
yo prefiero las cadenas de tus labios,
tus manos como garras,
tu esperma por mi sangre.
RUM TUM TUGGER
I
Cabrón, volverás cuando la ciudad esté a oscuras. Perro de la dicha.
Desde el tejado, pediré permiso para arribar al lecho de tu corazón.
Sube, baja, trepa. Encadémonos con los brazos hasta el amanecer.
II
Porque tu corazón es una grieta.
Porque escudriñas en la noche y tus cuchillos son música en mis labios.
Porque asomas en mi tejado cuando te place, tomas posesión de mi carne, mis huesos; desnudos clavamos el amor donde nos da la gana.
Porque te aterra mi historia de Jesús y los gladiadores (Tonto, la inventé para ti, para que te ames en mis palabras)
III
Te he dicho que el silencio es música en tus manos.
Que dormido cuelgas las alas y te enroscas en mis brazos.
Volverás cuando la ciudad esté a oscuras. Me engatusarás hasta el amanecer.
A LA SOMBRA DEL CORSARIO
El único destino es seguir navegando
en paz y en calma hacia el siguiente naufragio.
José Emilio Pacheco, “Titánic”.
Se retuerce la noche, animal en celo. Perfora la piel, los huesos donde escribo la historia. Sube el mar: espejo y pájaro de agua; siembro tulipanes en el vientre de gaviotas. Recorremos Goya, de las bocas del metro emergen relámpagos, delfines, toros que navegan sobre espadas. Pero abres las alas, desapareces. Enloquecido me lanzo a la ciudad, te busco. Azoto mi cabeza contra el muro. La marea me arroja al país de barro y espejismos, de gangrena y minerales. Torpes las montañas me consuelan con historias de amores quemados. Te retengo en pedazos de papel, en mi piel donde dibujaste ciudades muertas. Te retengo en historias de hormigas, en la balanza, la sal que bebí de tu espalda. Lanzo mis alaridos a la cordillera, al nudo lleno de paja y fantasmas. Qué lejano el invierno, sus noches, nuestro lecho de metal y marihuana. Qué cercana tu voz, tus palabras con piedras de sol… Tus manos que atraparon las mariposas de mi garganta.
LOXA / CUXIBAMBA
El cielo se arrastra en los Andes de Saraguro,
Aquí copula el ansia y la ponzoña.
Mi padre, solitario, deambula por estas praderas…
Su sangre es negra, y lo es también la herrumbre de mis penas.
Los borregos (degollados) balan,
El solitario sueña con el oro de Portovelo, con la mujer palta que no conoce, pero ya lo espera…
Coro:
Cuxibamba es una pampa de puñales…
valle eterno y sombrío.
Cuxibamba sabe a maíz y chacanas.
vientre de hembra mal parida.
En esta tierra se ahogan mis vientos y mis mares.
(aquí también habita el olvido)
Soy cárabo y venado.
(en esta tierra fue primero el canto a la condena)
Entrego mi desnudez a estas aguas ensangrentadas
(ahí los paltas, calvas y malacatus).
La piel no es suficiente para tantas llagas…
Me entrego al alcohol y a los tambores…
(son charangos los pies de los chasquis)
La fe no es suficiente para estos silencios.
Cuxibamba y la música de las piedras en sus aguas…
Algún día te volveré a amar con óxido y fuego…
Algún día, en Loxa, se congelará el vaho del viento y moverá las penas…
En las laderas de Saraguro crece el maíz,
Entre el humo y la exhalación de la niebla veo a mis abuelos.
¿Es el negro el color de la muerte o de la vida que renace?
Padre, no te perdono,
Pero gracias por la sangre negra que inunda mis calles y mis venas…
Los muros de esta ciudad son de concreto…
Al sur el desierto.
El Zamora y el Malacatus arrastran mi angustia
Sobre los muros cuelgan retratos,
En la del norte la repisa donde mi madre ha colocado santos
Franklin Ordóñez Luna (Loja, Ecuador, 1973). Es licenciado en Ciencias Sociales, Políticas y Económicas y en Lengua y Literatura, con especialidad en Filología Española por la Universidad Complutense de Madrid. Fue Coordinador del Taller de Literatura de la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay. Es autor de Mapa de sal (2001), A la sombra del corsario (2004), A cambio de monedas o palabras (2007) y Del Neo José y otras historias (2008). Textos suyos han aparecido en publicaciones como Ánfora Nova y Casa de la poesía. Actualmente se desempeña como catedrático de la Universidad del Azuay y estudia su doctorado en Argentina. Reside en Cuenca.