«I. Está mal cambiar la vieja y buena marcha de las cosas. II. No hay nada tolerable fuera de Vondervotteimittiss. III. Seremos fieles a nuestros relojes y a nuestros repollos». Estos tres preceptos inamovibles, que han mudado el sentido por la costumbre, dirigen a los habitantes de un pueblo pequeñito entre las montañas. Un día irrumpe un huésped extraño que se aproxima dando piruetas al reloj de la plaza y lo desbarata, truncando también las normas sujetas a él. Adaptación libre de El diablo en el campanario de Edgar Allan Poe, esta tercera parte de la ópera Los tres cuentos, de Gérard Pessón, reintroduce el principio liberador del arte en una comunidad que, imbuida en una aburrida monotonía, ha perdido toda noción de creatividad y belleza.
Míralo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=dF-z0bRKuCs
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