'Nombres'
Derek Walcott
Traducción de Diana Torres
Número revista:
6
Para Edward Brathwaite
I
Mi raza surgió como el mar surgió,
sin sustantivos ni horizonte,
con piedrecitas bajo mi lengua,
con una posición diferente en las estrellas.
Pero ahora mi raza está aquí,
en el óleo triste de los ojos levantinos,
en las banderas de los campos indios.
Empecé sin memoria,
empecé sin futuro,
busqué el momento
cuando la mente fue dividida por un horizonte.
Nunca he encontrado ese momento
cuando la mente fue dividida por un horizonte
por el orfebre de Bentares,
el picapedrero de Cantón,
como una línea de pesca se hunde, el horizonte
se hunde en la memoria.
¿Nos hemos desintegrado en un espejo
dejando nuestras almas atrás?
El orfebre de Benarés,
el picapedrero de Cantón,
el herrero de Benín.
Un águila marina grita desde la roca,
Y mi raza comienza como el águila pescadora
con ese grito,
ese terrible pronombre,
ese ¡yo!
Detrás de nosotros todo el cielo doblado
como la historia se dobla sobre una línea de pesca,
y la espuma embargada
sin nada en nuestras manos.
solo este palo
para rastrear nuestros nombres en la arena
que el mar borró nuevamente, para nuestra indiferencia.
***
for Edward Brathwaite
I
My race began as the sea began,
with no nouns, and with no horizon,
with pebbles under my tongue,
with a different fix on the stars.
But now my race is here,
in the sad oil of Levantine eyes,
in the flags of Indian fields.
I began with no memory,
I began with no future,
but I looked for that moment
when the mind was halved by a horizon.
I have never found that moment
when the mind was halved by a horizon—
for the goldsmith from Bentares,
the stone-cutter from Canton,
as a fishline sinks, the horizon
sinks in the memory.
Have we melted into a mirror,
leaving our souls behind?
The goldsmith from Benares,
the stone-cutter from Canton,
the bronzesmith from Benin.
A sea-eagle screams from the rock,
and my race began like the osprey
with that cry,
that terrible vowel,
that I!
Behind us all the sky folded
as history folds over a fishline,
and the foam foreclosed
with nothing in our hands
but this stick
to trace our names on the sand
which the sea erased again, to our indifference.