'Poemas para Ernst'
Friederike Mayröcker
Traducción de Daniel Bencomo
Número revista:
6
unter der Schädeldecke
für Ernst Jandl
ich habe auf Gedichte
vergessen die ich aufschreiben wollte auch halbe nicht vollendete
Gedichte/ der Milchtopf unter dem Sessel/ als ich den Freund
anblickte am Morgen sah ich ihn so wie er zu den Mahlzeiten saß
als Knabe inmitten der Brüder Mutter und Vater/ plötzlich
sah ich ihn so und er war wieder der Knabe löffelte
porridge und Suppe und trank von der warmen Milch, abends
dann das Licht der Öllampe auf dem Tisch, neben der Mutter die
Wäsche ausbesserte, usw. Ich habe es nie gesehen, aber ich sehe es vor mir
wenn ich ihn anblicke jetzt, in seinem Alter. Das war
das jüngste Gedicht oder Gericht, es machte mich traurig solange
ich es nicht aufgeschrieben hatte, das vorletzte: seine
Bausteine sind verloren gegangen/ Matador
Bajo la bóveda craneal
para Ernst Jandl
he olvidado poemas
que quería poner por escrito también poemas
a medias/ el trasto de leche bajo el sillón/ cuando miraba al amigo
lo veía por la mañana como cuando niño
sentado a comer entre la mamá el papá y los hermanos/ de pronto
lo vi de tal forma y otra vez era el chiquillo cuchareaba
el porridge y la sopa y bebía leche caliente, luego por la noche
la luz del quinqué sobre la mesa, junto a la madre
que remendaba ropa, etc. Nunca lo vi, pero lo tengo frente a mí
si ahora lo observo, a esta edad. Era
el poema o el juicio final, y me puso bastante triste
hasta que lo anoté por escrito, lo penúltimo:
sus cimientos se perdieron/ Matador
Gebirge im Krankenhaus,
Für Ernst Jandl
in den Augen das Blau
aber es regnet so viel
und die Speise schling ich hinunter
dieses Blau in den Augen
aber es regnet so viel
allein in der Kammer
so allein in der Kammer so getrennt von der Liebe
so allein in der Welt : kein Geschmack an der Stille
aber der Phlox in den Garten
weht in der Nacht
Montañas en el hospital,
Für Ernst Jandl
en los ojos el azul
pero es tanta la lluvia
y engullo la comida
ese azul en los ojos
pero es tanta la lluvia
sola en la antesala
así de sola en la antesala así distante del amor
así de sola en el mundo: ningún sabor tiene la calma
pero la flor de phlox en el jardín
tiembla en la noche
(Hefe) schwärmen nämlich, oder unser Gefährt von fliegenden Schlangen gezogen
für Ernst Jandl
wie (= als) Vivaldi ruderte / »radelte« / auf
dem Teich auf dem krummen gleißenden Glanzpapier
nämlich auf Algen-, Zypressen Grund.. aus dem Humus
das Zünglein der Zoglinge (Pflanzenstock): oder
ist das alles zu hermetisch? - sollte ich lieber
schreiben : in seinem Bettuch das Brandloch von der vergessenen
Zigarette? ach ich weiß es gibt nichts zu greifen begreifen
und dennoch : ich umarme das Tier hänge mich an seinen
Bauch damit mich die Schläge treffen mögen die ihm, dem Gaul,
vermeint waren, Nietzsche. Oder colloquial : »da wollte er,
neugekaufte Wäsche, immer erst gewaschen haben bevor
er sie anzog ..« etc.
War es das Tier des Waldes das Tor des Waldes die Pforte
des Waldes, die Schwelle eines anderen Waldstücks, anderen
Landstrichs, nahe dem Bach der durch 1 Forst, lichterloh,
also himmelwärts seine Äste, und er, der herzkranke Mann
(war es Vater? wars der Liebste?),: er, mit Stock die Ruhebank
auf dem wurzelverkrüppelten Bühel erklomm, wahrend wir,
Mutter und ich, weiter zur offenen Wiese (Mahd) was 1 solches
Blühen war, solch blutender Sommer (»SUGAR«), und ganzlich
ausgebreitet vor unserem Auge : nie mehr zu tilgen in mir,
und durch den Wiesenstrahl : schnellen Pfad
Margeriten und Minze wehende Gräser, diese unsere
Augen : Angeln. . . Äuglein –
und plötzlich, von einem Moment zum andern alles
verebbend, plötzlich etwas wie Sattigung / Mattigkeit /
Blende, ich weiß nicht. Die Büsche neigten sich..
und Hirschlein flüstert traufelt mir in mein Ohr :
»bleib noch 1 wenig bei mir ..« und ich weine weine,
lege seine Hand an meine Wange an meine Brust.
(»lag in meiner letzten Nacht daß du mein Heil
und Schlänglein seiest ..«)
enjambrar (levadura), o nuestro vehículo impulsado por serpientes voladoras
para Ernst Jandl
cómo (=cuando) remaba Vivaldi / «rodaba» / sobre
la charca sobre el papel de satín de rugoso fulgor
es decir sobre un fondo de algas y cipreses.. desde el humus
la pupila del pupilo (un bastón para las plantas): ¿o
es todo tan hermético? – ¿o no debería
mejor escribir: en su sábana la quemadura del cigarrillo
olvidado? ah no lo sé no hay nada para aprehender comprender
y no obstante: abrazo al animal me cuelgo de su
panza para que así los golpes me encuentren, los que a él, el caballo,
le estaban prometidos, Nietzsche. O coloquial: «a él le gustaba
que la ropa nueva siempre se lavara
antes de ponérsela» etc.
Era el animal del bosque, el portal del bosque, la puerta
del bosque, el umbral de otra pieza de bosque, de otra
comarca, cerca del arroyo que a través de la floresta, flamante,
es decir sus ramas rumbo al cielo, y él, el enfermo del corazón
(¿era papá? ¿era el amado?), él escaló con bastón
hasta la banca en la cima del cerro, deforme por las raíces, mientras nosotras
mamá y yo, seguíamos a la pradera abierta, y vaya que era una flor
maravillosa, vaya verano sangrante («Sugar»), plenamente
abierto a nuestro ojo: nunca más algo por redimir en mí,
y a través del fulgor de la pradera: raudo sendero
hierba que exhuda margaritas y menta, estos nuestros
ojos: la pesca. ..el ojo dulce –
y de súbito, de un momento a otro todo
extinguiéndose, de súbito algo así como saturación/ debilidad/
deslumbramiento, no lo sé. Los arbustos declinaban . .
y el venadito murmura gota a gota en mi oreja :
«quédate un poquito más conmigo.. » y lloro y lloro,
pongo su mano en mi mejilla en mi pecho.
«y que en mi noche última seas
mi salvación y mi pequeña serpiente»
Gesang des Winters
die Übergangswäsche der ganze Oberkörper vibriert das ganze Gras
zittert in meinem Brustkorb, und wächst das Gras aus mir heraus
und hervor das Gras des Körpers mit dem der Körper schon immer
ausgestopft strohgelb und lichterloh : anfallsmäßig und ausgestopft
und dann emporschießt und -rückt mit süßer Glocke und ausgestattet
der ganze Körper mit Glockenklang und Celestaklang darum kann er auch
so schon singen und summen, auch sobald Geiss Ziege rinnt und zerrinnt / bin
jetzt unschön verpackt und nicht das richtige Zimmerchen usw.
und wringe mich selbst aus : nagkalte Nachtwäsche 3 x gewechselt
und ringe nach Atem bin ganz ausgewrungen, -gerungen wie allerschönster
Brief nämlich als allerschönster Brief ankam des Abends und neben mir
neben Kapriz Pülsterchen neben Kapriz usw., der liegt neben mir die ganze
Nacht eben Kapriz neben Kopf und Haaren und daB ich anstoße
im Traum daß es knistert so daß das Briefpapier knistert und ich
erwache aus tiefen Träumen daß es wie Glocke klang und Celestaklang
und zartlich knisterte ganze Nacht I Abendminister wahrend die Haare
ich meine während Kopf und Haar knisterten an deinem Brief, schreibe ich
an C. F. während deines Gesangs während des Gesangs eines angeschneiten
Baums vor dem Fenster - ins Massiv des Herzens eingestiegen und hochgestiegen
die Korperwelle entwassert (entwatert) - : weil jetzt allesso anglophil! -
usw., und kuckuend in Moskau damals, was für I See und Tropfen von Herde
und Haus und Hund, zottelig, nach so vielen Jahren und seerosenwarts
Krumme lanke Berlin wo ich hauste, oder winters die schwebenden
Schwestern die Paare über dem zersprungenen Eis, die lichtblauen
Augen des toten Hans Ulrich Minke Rias Berlin nicht wahr, oder winters
die kristallenen Blicke über dem Eis, Schnee in Paketen verschnürt
Packeis in Gassen, rudere mit weit ausgebreiteten Armen
über die gefrorene Fahrbahn odcr in die Lange gezogen die Arme weil daran so
viel Hangendes: tiefe Netze voll Fisch und Blase und Brot und Fell ach
Winter Salon :de Chirico Matisse und Picasso : die gelben Haare der Frauen. Wie
die Alpe rauscht diese Ohrenbegleitung bei Tag und Nacht, und üppiges.
Wangenfleisch nämlich geblahte Backe der tausend Winde, und wie es
hereinschneit in meine Kammer, dann, daß die blauen Gebüsche des Morgens
Canto del invierno
la ropa interior transitoria todo el torso vibra toda la hierba
tiembla en mi tórax, y de mí brota la hierba
y desde mí la hierba del cuerpo con la que el cuerpo siempre
se diseca amarillo paja amarillo en flama: vulnerable al ataque, henchido
y luego brota y recala con dulces campanadas y provisto
el cuerpo entero con el tono de campana y el tono de celesta
por eso puede cantar y tararear, tan pronto que la cabra se repite y derrite, ahora estoy
muy mal empacada, no es el cuartito correcto etc.
y me exprimo a mí misma: ropa de noche húmeda y fría 3 veces cambiada
y peleo por respirar estoy exprimida y jadeante como la carta
más bella esa que llegó como la carta más bella de la noche y junto a mí
junto al hada, la almohada, junto al hada etc., que reposa junto a mí
toda la noche como un hada entre el cabello y la cabeza y que yo hago chocar
en el sueño, que eso crepita, así que el papel de la carta crepita y yo
despierto del sueño profundo, que suena como el tono de campanas, tono de celesta
y con ternura crepita la noche entera un ministro de lo nocturno mientras los cabellos
quiero decir mientras cabeza y pelo crepitan en tu carta, escribo
a C. F. mientras tu canto durante el canto de un árbol nevado
frente a la ventana — en lo masivo del corazón aborda, asciende,
la ola del cuerpo se desagua (desawater) –: ¡porque ahora es todo tan anglófilo! –
etc., y de cucú por Moscú aquella vez, vaya lago y unas gotas de rebaño
y casa y perro, hirsuto, después de tantos años y de tanto ir a los nenúfares
Krumme Lanke, Berlín, ahí me hospedaba, o en invierno las novicias
flotantes la pareja sobre el hielo en añicos, los ojos
luzazulados del muerto Hans Ulrich Minke, en Rias Berlin ¿cierto?, o en invierno
las miradas cristalinas sobre el hielo, nieve envuelta en atados,
hielo polar en las callejas, remo con los brazos abiertos por la pista
congelada o extendida en el tiempo, los brazos porque cuelga tanto de ellos:
red profunda llena de peces y ampollas y pan y pelaje oh salón de invierno:
de Chirico Matisse y Picasso: los pelos amarillos de las damas. Cómo
murmura el pasto de montaña esa comitiva en la oreja noche y día, y carne
lozana de mejilla, a saber los cachetes henchidos de los mil vientos,
y esa nieve que penetra mi cámara, de forma tal que la maleza azul de la mañana
Esta selección de Friederike Mayröcker (Viena, 1924) proviene del libro Mein Arbeitstirol (Mi Tirol de trabajo). Publicado por la editorial Suhrkamp en 2003, el libro reúne textos escritos entre 1996 y 2001, lapso en el cual tuvo lugar la muerte de su compañero de vida, Ernst Jandl, para más precisión en el año 2000. La influencia que ejercieron el uno en la escritura del otro es profunda y manifiesta; su relación amorosa y creativa inició en 1954 y se mantuvo hasta el deceso del poeta. Atravesada por este suceso fundamental se ofrece la poesía de Mi Tirol de trabajo, con dos marcadas estancias: una previa a la partida de Jandl; una segunda marcada por el réquiem y la expansión de la memoria. Los textos que aquí se presentan están fechados en 1999, salvo el segundo de ellos con fecha de 2001. En todos prevalece el hálito proteico y juguetón, lleno de asociaciones sorpresivas, rastro de un imaginario torrencial que se pliega y despliega con asombro y ternura alrededor de lo existente, al tiempo que es atravesado por una pérdida tan inminente como inconmensurable. Ron Winkler se refiere a la poética de Mayröcker como “una escritura en continua construcción del nido; un registro de lo que hay delante-de-adelante; sus líneas son lo que los segundos al tiempo. Nicho de momentos, indicadores del instante, que capturan intervalos y los replican transformados en resonancia lírica. Délfica es la poesía, órfica, fantasmagórica.”