“¿Se puede hacer cine y tener hijos?”
La correspondencia audiovisual es un terreno fértil para distintas conversaciones, un espacio de imágenes y voces que dialogan entre sí; la puerta hacia las vivencias, pensamientos y sentires más íntimos de los autores, y, por último, una forma orgánica de resignificar imágenes que parecían olvidadas.
En esta ocasión, las cineastas Dominga Sotomayor y Carla Simón elaboran un relato en donde los puntos de encuentro son varios, como su interés por construir una memoria individual y colectiva a través de las voces de sus madres y abuelas, el afecto que comparten hacia el legado de las matriarcas de su vida; los recuerdos íntimos con sus abuelos y las preguntas que ambas se realizan en torno a la maternidad. Por otro lado, el intercambio epistolar reafirma que lo personal y lo político se traslapan, como se demuestra en las imágenes que Sotomayor comparte del estallido social de Chile en 2019.
En Correspondencia, las directoras utilizan el lenguaje cinematográfico para expandir y resignificar imágenes íntimas en la esfera pública. En el futuro, habrá hijas que mirarán esas grabaciones y también reflexionarán sobre ese metraje tan preciado.
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