Narrativa

Una luz inolvidable
Solange Rodríguez
Número revista:
9
El problema de las playas será siempre la gente. Allí se concentran las peregrinaciones de las sectas de suicidas que tienen crisis de fe, se van a meter al mar y no salen más. Todo lo que has leído acerca del tema no se acerca ni remotamente a la realidad.

Un tipo de inercia
Andrés Cadena
Número revista:
9
Frank condujo distendido sin acelerar demasiado. Íbamos con las ventanas —en ese modelo, sin marco— completamente abajo, y entraba envolviéndonos el aire de octubre, aún tibio. Frank dejaba colgado su brazo izquierdo por fuera de la ventana, como apropiándose no solo del vehículo sino de todo el entorno.

Lo que fue el futuro
(fragmento de novela)
Daniela Alcívar Bellolio
Número revista:
9
El paisaje es verdísimo y extenso, las hondonadas como prados interminables, en ellas caben mundos enteros de silencio y viento. En Guayaquil nunca conocí la amplitud, todo era diminuto o abarrotado. Ahora todo se extiende, todo aparece con su intensidad gris azulada y verde: es la piscina larga y rectangular que en las tardes, cuando ya todos los alumnos se fueron a sus casas, en esa soledad única de las escuelas después de clases, en las horas muertas en que el silencio parece más total que en cualquier otro lugar del mundo....

Una pequeña acordeonista
Adolfo Macías Huerta
Número revista:
9
...¿Te gusta la música?
Yo asentí sin dejar de mirar con temor su porte hierático. Ella se inclinó y estiró una mano, la extendió malamente y la colocó sobre mi pecho, como se posa la garra de un ave sobre su presa.
—¿Y sientes cosas aquí?
Mi corazón saltaba como loco. Nuevamente asentí con la cabeza. La mujer fijó en mí las dos bolas dolorosas que remataban su calavera e insinuó una sonrisa desgarrada.
—Entonces has sido tocada por la mano izquierda de Dios.

Ger Villeneuve
René Peraza
Número revista:
9
Para construirse su imagen de Tío Sam, deportó a una familia que recién llegaba al país. Gritaba pestes sobre ellos: “Malditos indigentes, pedazos de mierda”. Una vez, se los cruzó en la calle y les escupió. “Aquí no hay lugar para ustedes, fuckin´, wetbacks. Fuckin´ latinos”, despotricaba como si él no tuviese algo que ver con ellos.

Imitación de una pesadilla
Ana Blandiana
Número revista:
9
...Tenía la sensación de que me estaba desnudando, arrancándome a trozos la ropa y sintiendo cada vez más frío, pero no podía parar y desgarraba los últimos pedazos, los últimos harapos. Y, mientras lloraba e imploraba, intenté agarrarme a la manga de aquel hombre, que, contrariado e incómodo, se alejaba mascullando...




