Por Tamia Donoso.
Seamos sinceros: a simple vista, Aggretsuko puede parecer solo un anime mĆ”s de Netflix, con una animaciĆ³n que no destaca frente a otras de grandes figuras de Sanrio, compaƱĆa que nos ha regalado una variedad de personajes icĆ³nicos como Hello Kitty, Kuromi y Cinnamoroll. Pero desde hace un tiempo se ha presentado una ligera e inesperada mutaciĆ³n en cuanto a la narrativa de sus personajes, especialmente si consideramos la apariciĆ³n de uno relativamente triste y depresivo como Gudetama, en quien claramente se percibe una mezcla de pesimismo y comedia. De esta nueva vertiente de Sanrio que pretende atraer un pĆŗblico mĆ”s adulto, nace Aggretsuko, un anime donde no se teme mostrar los pormenores de la vida laboral y sentimental de una trabajadora comĆŗn, con todo lo que ello implica.
La vida adulta puede llegar a ser muy complicada, asĆ lo descubre una joven panda roja de 25 aƱos que trabaja como contadora y que acaba de ingresar en el mundo laboral con el pie izquierdo. Retsuko, tambiĆ©n conocida como Re-chan, es nuestra amiga identificable y accesible, un personaje carismĆ”tico y a su vez especial, si consideramos las hilarantes circunstancias personales, familiares y sociales que atraviesa. Re-chan se abre paso dentro de una cultura exigente donde pedir vacaciones resulta escandaloso e ineficiente, donde las mujeres realizan tareas burdas con el fin de agradar al jefe de turno para mantener el status de empleada departamental. Y donde el estrĆ©s se termina cuando nuestra amiga panda decide tomar su micrĆ³fono para cantar un poco de death metal en el karaoke mĆ”s cercano. Este entretenido abanico de particularidades nos mostrarĆ” el frĆo mundo de la oficina que, hasta sin querer, puede llegar a hacernos derramar mĆ”s de una lĆ”grima.
Pero no todo es trabajo. En el anime, Retsuko no teme explorar su lado sentimental, existencial e inclusive artĆstico. Nos vemos involucrados en sus relaciones escabrosas y vacĆas, su percepciĆ³n de la vida y lo que conlleva cargar con una vida ānormalā cuando se ha perdido el valor de perseguir sueƱos mĆ”s grandes, o cuando simple y llanamente se carece de alguno.
Estamos acostumbrados a ver grandes personajes, con dotes increĆbles o destrezas inhumanas, en el mundo del anime, pero solo pocos de ellos retratan con verdadera fuerza lo difĆcil y compleja que puede llegar a ser la vida cotidiana, el aburrimiento, los inconvenientes laborales y cada uno de los malabares que uno hace para pagar las cuentas a fin de mes. AhĆ estĆ” el mĆ©rito de Agreetsuko: representar esa vida capitalista a la que ninguno de nosotros quiere despertar un descafeinado lunes por la maƱana y que llega a ser, de cierta forma, el final boss al que todos nos enfrentamos.
Una de las maravillas de este anime es la capacidad que tiene de transmitir y condensar emociones con simples animales tiernos animados modestamente, que a su vez contrasta con su increĆble genialidad, capaz de destrozar cualquier prejuicio inicial. Dentro de este mundo de abundante color, nada se queda en blanco y negro, literal y figurativamente, lo que se vuelve notorio cuando conocemos a la multitud de curiosos personajes, ya que cada uno cuida, trabaja, ama y sueƱa, enriqueciendo la trama de una manera emocionante. Se trata de una dinĆ”mica clĆ”sica del buen anime, donde no podemos elegir un personaje secundario favorito, porque todos resuenan con aspectos diferentes de nuestra personalidad y nuestra vida.
Poco a poco nos damos cuenta de la facilidad con que este estupendo anime nos atrapa en la cotidianidad y la familiaridad, dando voz a lo corriente, donde lo humano se halla dentro de seres antropomorfos adorables.
Es cierto, la vida es difĆcil y no hay manera de escapar a las vicisitudes que nos trae. Con Retsuko aprendemos a salir del confort, incluso cuando nos sentimos perdidos en el vaivĆ©n de acciones sin aparente sentido o rodeados por individuos aparentemente ajenos. Esta obra invita a reevaluar lo superficial, a ir mĆ”s allĆ” para llegar al fondo y encontrar en todos (y en todo) lo mejor de nosotros mismos, a admitir de una buena vez que nadie sabe lo que hace, para no dejarnos ganar por la frustraciĆ³n. Porque al final del dĆa no se puede verter de una taza vacĆa.
Tamia Donoso (Riobamba, Ecuador, 1998).
Graduada en LingĆ¼Ćstica en la Pontificia Universidad CatĆ³lica del Ecuador. Ha trabajado como docente e intĆ©rprete de lenguas extranjeras. Ha colaborado tambiĆ©n como traductora para periĆ³dicos como Pressenza. Amante de la literatura y el cine.
Tremendo anĆ”lisis š muestra el lado humano de un anime que habla de la vida laborar. En el fondo, todos somos una pandita que gusta cantar death metal para salir de la rutina.